En ocasiones este fenómeno da lugar a conflictos entre propietarios que necesitan resolverse por la vía legal. Es en estos casos en los que se especializan los abogados de propiedad horizontal.  Precisamente esa dualidad entre interés individual y colectivo se ve reflejada en las zonas comunes:  estos espacios conllevan un aporte económico de todos los propietarios. Sin embargo, los morosos son muy comunes hoy en día, y es esencial actuar con rapidez para evitar que se acumule la deuda. Esto no significa llegar a juicio en todos los casos, claro está: es posible realizar una conciliación previa.

Muchas veces, las situaciones conflictivas tienen su origen en un inquilino. Sin embargo, la responsabilidad civil subsidiaria puede recaer en el propietario, que se ve obligado a responder por los actos ajenos. Ante esta situación, es aún más importante contar con una adecuada protección legal; de ese modo no será necesario responsabilizarse de acciones no cometidas.  Pero, dejando a un lado las circunstancias más problemáticas, también se debe actuar en la gestión diaria de la comunidad de propietarios. Acciones comunes, como la elección de los cargos o la redacción de estatutos, deben estar debidamente coordinadas.

Otros ámbitos a los que se circunscribe esta disciplina del derecho son los de edificación y urbanismo. En estos aspectos es vital estar representado, especialmente ante demandas contra la constructora o requerimientos por parte del ayuntamiento. Todo lo anterior se aplica, igualmente, en caso de expropiación por malas condiciones técnicas del edificio o cualquier otra circunstancia derivada.

Finalmente, también se interviene legalmente en las juntas de propietarios. En ocasiones, las decisiones que se tomen carecen de base legal, por lo que es fundamental revertirlas en tiempo y forma. Puede ser necesario impugnarlas, o incluso actuar contra el presidente si no se ajusta a sus funciones.